jueves, 1 de diciembre de 2016

Conclusión de fin de curso

Con esta actividad se logró ir reafirmando los conocimientos adquiridos a lo largo del curso, así mismo compartir este conocimiento con las demás personas mediante la presentación de los temas en el inmunoblog. Se abordaron temas tales como los tipos de respuesta inmune, los órganos que participan en la formación y maduración de los elementos del sistema inmunitario, la activación de los componentes celulares y sus distintas señalizaciones; todo esto con la finalidad de lograr comprender y dar a conocer un poco más a detalle la manera en que nuestro cuerpo combate microorganismos.

Para nosotros los inmunologers es de gran importancia conocer acerca de nuestro sistema inmunológico, así como tener algún conocimiento sobre su función y manera de trabajar para defendernos ante distintas situaciones y patógenos que puedan atentar con nuestra salud e integridad.


Si bien cabe resaltar que la experiencia al realizar este blog fue muy buena y coestimuladora en el aprendizaje, ya que al mismo tiempo que compartíamos nuestros conocimientos reforzamos lo aprendido en las clases con cada tema que se publicó y así mejorar nuestra redacción crítica-científica para ayudarnos en este ámbito. 

sábado, 26 de noviembre de 2016

Linfocitos T y citocinas.

Los linfocitos T son las células que van a iniciar la inmunidad adaptativa gracias a su interacción con las células presentadoras de antígeno (APC por sus siglas en inglés) por medio de los receptores que presentan (TCR) y los complejos de MHC correspondientes al tipo de respuesta y activación de linfocito. El desarrollo y maduración de esta línea celular se lleva a cabo en médula ósea y en el timo (de ahí el nombre de células T), donde pasarán por varios procesos que se describirán a continuación.
La primera fase del desarrollo de los linfocitos T corresponde a una fase de doble negativo (DN) ya que no expresaran ni CD4+ ni CD8+ en su membrana, cursando por cuatro etapas:
·         DN1.- este tipo celular proviene de la médula ósea y son los que serán ingresados al timo. Tienen la capacidad de generar aun varios tipos de células debido a que no han madurado. Expresan en su membrana c-Kit+, CD44+ y CD25-. Cuando encuentra el ambiente adecuado en la corteza del timo comenzarán a proliferar y expresar moléculas que la diferenciarán.
·         DN2.- en esta etapa de doble positivo los genes que codifican a las cadenas β, γ y δ del receptor TCR se comienzan a reordenar. Presentan en membrana c-Kit+, CD44+ y CD25+ aunque c-Kit+, CD44+ se expresan en menor porción.
·         DN3.- durante esta etapa ocurre la decisión más importante en la maduración de los linfocitos T, si continúa con el reordenamiento de las cadenas γ y δ para dar lugar a T TCRγδ o si continúa con el reordenamiento de la cadena β para dar lugar a T TCRβ. En su membrana presenta c-Kit+, CD44- y CD25+.
·         DN4.- se observa en la membrana c-Kit-, CD44- y CD25- debido a que es la eta final del desarrollo de las doble negativas para dar paso a las dobles positivas. Se comienza con el rearreglo de la cadena α.



Posteriormente que el linfocito T sea doble positivo, debido a la expresión CD4+ y CD8+, se expresa la cadena α del TCR para linfocitos TCRαβ y así dar origen a la single positivas y su diferenciación a linfocitos TCD4 (CD4+,CD8-) o linfocitos TCD8 (CD4-,CD8+).
Una vez que el linfocito T diferenciado sale del timo tiene que activarse, gracias a varios estímulos, para poder desarrollar sus funciones correspondientes.
Las fases de la respuesta de los linfocitos T son 5:
1.    Debe ocurrir el reconocimiento de algún antígeno, esto por parte de las APC quienes los expresaràn por medio de MHC-I para las células TCD8 y por MHCH-II para las TCD4, además del reconociemto del antígeno debe existir la coestimulación por parte de las moléculas de B7 (en las APC) y el CD28 de los linfocitos T, todo esto acompañado con señales ce citocinas para comenzar su activación.
2.    Se lleva a cabo la estimulación y activación autócrina por parte de la IL-2 ,la cual es reconocida por el receptor de IL-2 (IL-2R) de alta afinidad que es un complejo de cadena llamado IL-2Rαβγ.
3.    La tercera parte de su activación corresponde a la expanción clonal inducida por la activación con la IL-2 donde habrá una divisón y aumento en el número de linfocitos activados mediante su replicación.
4.    Una vez que se lleve a acbo la expansión clonal ocurrá la diferenciación entre células T de memoria y células T efectoras.
5.    Una vez que las células diferenciadas salen del timo cumplirán su función efectora. En el caso de los linfocitos TCD4 ayudarán a la activación de macrófagos, celulas B y otras células, mientras que los linfocitos TCD8 se encargarán de la muerte de células blanco infectadas y de la activación de macrógafos.

Entre los linfocitos T tenemos dos grandes grupos:
Linfocitos TCD4 (cooperadores).
Una vez que el linfocito Th0 es activado tiene que diferenciarse a los distintos tipos de linfocitos T que existen y desarrollar su función efectora, todo esto gracias a citosinas que se describirán a continuación. Dentro de los linfocitos T colaboradores encontramos de tres tipos:
·         Th1.- estos linfocitos se diferencian gracias a la IL-12 que es producida por las células dendríticas y los macrófagos durante la sinapsis inmunológica (activación mediante la presentación de antígenos). Los linfocitos Th1 producirán INF-γ (Interferón-gamma) el cual puede activar otros tipos de células como los macrófagos.
·         Th2.- los linfocitos Th0 reciben señales de IL-4 secretadas por células cebadas y por los eosinófilos. Una vez diferenciada la célula, ésta producirá IL-4 para la producción de (Inmunoglobulina E) e IL-5 para la activación de eosinófilos por lo que es una célula de gran importancia para las parasitosis por helmintos.
·         Th17.- este fue el último tipo de linfocitos T detectado, el factor de diferenciación está dado por la IL-6 y el TGF-β. Este tipo celular produce IL-17, de ahí su nombre, que es muy efectiva contra bacterias extracelulares y respuestas inmunes contra hongos.

A continuación, se presenta una tabla donde se observa de manera más clara la interacción de las citocinas, su diferenciación y su función.


Linfocitos TCD8 (citotóxicos)
Los linfocitos T citotóxicos CD8+ cumplen un papel importante en la defensa inmunitaria contra células infectadas por virus y bacterias intracelulares; además que se ha demostrado que guardan relación con la eliminación de algunas células tumorales y células con MHC-I incompatible en trasplantes. Su función efectora se realiza a través de dos mecanismos básicos: citotoxicidad y liberación de citocinas. Las células T CD8+emplean un mecanismo mediado por la exocitosis (liberación) de gránulos líticos que contienen moléculas como la perforina, la cual es capaz de insertarse en la membrana lipídica y formar poros, lo que resulta en el colapso del potencial de membrana.
Los linfocitos T cooperadores también intervienen en la activación de los T citotóxicos gracias a la liberación de citocinas durante la sinapsis inmunológica, a diferencia que en este caso no se expresa el antígeno en un MHC-II como con las primeras, sino que lo realiza en el contexto de MHC-I.




Bibliografía
1.    Owen JA, Punt J, Stranford SA, Jones PP. Desarrollo de células T. En: Owen JA, Punt J, Stranford SA, Jones PP. KUBY Inmunología. 7a ed. D.F:, México: McGraw-Hill; 2013. p. 229-316
2.    Hernández-Ruiz J. Linfocitos T citotóxicos CD8+ en la leishmaniasis cutánea.  Salud pública Méx [Internet]. 2006 [noviembre 2016]. vol.48(5). Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0036-36342006000500009

3.    Hernández SA. Células colaboradoras (TH1, TH2, TH17) y reguladoras (Treg, TH3, NKT) en la artritis reumatoide. Reumatol Clin [Internet]. 2009 [noviembre de 2016]. Vol.5. Disponible en: http://www.reumatologiaclinica.org/es/celulas-colaboradoras-th1-th2-th17-/articulo/S1699258X09000345/

domingo, 20 de noviembre de 2016

Linfocitos B y anticuerpos

Los linfocitos son las únicas células del organismo capaces de reconocer y distinguir específicamente diferentes antigénicos y, por tanto, son responsables de las dos características que definen la repuesta inmunitaria adaptativa específica y una memoria inmunológica. Los linfocitos están formados por distintos subtipos que difieren en sus funciones y productos proteicos, aunque morfológicamente son indistinguibles, en este tema nos enfocaremos en los linfocitos B los cuales son las células que se encargan de sintetizar los anticuerpos.
Existen 2 vías de activación de los linfocitos B, la primera es la activación mediada por los linfocitos T cooperadores o también conocida como T-dependientes y la segunda mediada por la activación inducida por antígenos o T-independientes.

 Activación de los linfocitos B inducida por antígenos
La activación de los linfocitos B específicos de un antígeno se inicia con la unión del antígeno a moléculas de una inmunoglobulina (IgM o IgD) de membrana. Los antígenos que entran en los órganos linfáticos por vía sanguínea o vía linfática son detectados por los linfocitos B específicos y se unen a sus receptores antigénicos (BCR), este receptor emite señales de activación a los propios linfocitos B cuando se entrecruzan dos o más moléculas de receptor por antígenos multivalentes, estas señales mediadas por las Ig se traducen gracias a otras dos moléculas, Igα e Igβ, que están unidas entre sí gracias a los enlaces disulfuro y que son necesarias para la expresión de las Ig formando el complejo del receptor de los linfocitos B (BCR).

Los dominios citoplasmáticos de las Igα e Igβ contienen motivos de activación del inmunorreceptor basados en tirosinas, o ITAM, este entrecruzamiento provoca la fosforilación de la tirosina de los ITAM, provocando el anclaje de SyK y los fenómenos de fosforilación de tirosina posteriores. Tras esto, se desencadenan varias cascadas de señales que provocan la activación de factores de transcripción que inducen la expresión de genes cuyos productos son necesarios para la activación funcional de los linfocitos B, dentro de estos factores se encuentran los Fos, JunB y el factor nuclear Kb (NF-Kb).


Pero además de estas señales, se necesitan otras señales coestimuladoras las cuales serán proporcionadas por los receptores del complemento. La activación del complemento provoca la escisión proteolítica de las proteínas del sistema como lo es la C3 originando una molécula llamada C3b que puede degradarse aún más en un fragmento de nominado C3d que pertenece fijado en la superficie microbiana. Los linfocitos B expresan un complejo formado por el receptor para C3d conocido como receptor de complemento tipo 2 o (CR2 o CD21) y las proteínas de membrana CD19 y CD81 también denominadas (TAPA-1). Los antígenos microbianos que se han unido al fragmento C3d del complemento pueden acoplarse simultáneamente a la molecula de CR2 y la Ig de membrana presentes en la superficie de los linfocitos B. esto inicia una seri de cascadas de señales a partir del complejo de BCR y el complejo de CR2, lo cual amplifica la respuesta inmunitaria humoral debido a que los anticuerpos son capaces de activar el complemento y provocar una activación más potente a los linfocitos B al igual que el sistema de complemento amplifica la síntesis de anticuerpos no solo por la activación mediada por CR2, sino también al favorecer la presentación de antígenos en los centros germinales.

Activación de los linfocitos B mediada por los linfocitos T cooperadores.

Los linfocitos B presentan péptidos procesados que derivan de los antígenos proteicos endocitados y expresan las moléculas coestimuladoras B7-1 y B7-2. Los linfocitos T cooperadores reconocen el antígeno (en forma de complejos peptídico- CPH) y los coestimuladores y son estimulados a expresar el ligando de CD40 (CD40L) y a secretar citocinas. El ligando de CD40 se une al CD40L presente en los linfocitos T e inicia su proliferación y diferenciación. Las citocinas se fijan a sus receptores presentes en los linfocitos B y también estimulan su respuesta.
 
Referencia bibliografica:
 1.-Abul. K. Abbas, Andrew H. Lichtman, (2004). "Inmunologia Celular y Molecular" 5° edición. Editorial ELSEVIER. España. 189-203 págs.

sábado, 5 de noviembre de 2016

Repercusiones de deficiencias en el sistema de complemento

El sistema del complemento es un complejo constituido por más de 30 proteínas plasmáticas y de membrana, en el cual la activación enzimática secuencial de sus componentes genera una cascada biológica que permite una respuesta amplificada frente a los estímulos.

Las proteínas del complemento desempeñan un papel importante en la respuesta inmune natural o inespecífica y promueven la inflamación y la destrucción de microorganismos; constituyen elementos importantes para el desarrollo de la respuesta inmune adquirida o específica.

Las deficiencias de los componentes de este sistema forman un conjunto de enfermedades congénitas que se presentan en una frecuencia relativamente baja (2 %) y aparecen en distintas edades. Los trastornos presentes en muchas de las proteínas del complemento, generalmente son atribuibles a genes mutados espontáneamente o heredados, que pueden dar lugar a patrones anormales de la activación del complemento.

La asociación entre deficiencia hereditaria de los componentes del complejo de ataque a la membrana e infección se observa en infecciones causadas por Neisseria, de manera particular por Neisseria meningitidis, ya que este complejo es necesario para que se genere el canal lítico en Neisseria.

Las deficiencias de las vías de activación del sistema de complemento se clasifican en:

1. Deficiencias de componentes de la vía clásica:
ü  Deficiencia del componente C1. 
ü  Deficiencia del componente C2. 
ü  Deficiencia del componente C4.

2. Deficiencias de componentes de la vía alternativa:
ü  Deficiencia del factor D. 
ü  Deficiencia de properdina.

3. Deficiencia de C3.

4. Deficiencias de componentes del complejo de ataque a la membrana (MAC): 
ü  Deficiencia del componente C5. 
ü  Deficiencia del componente C6. 
ü  Deficiencia del componente C7. 
ü  Deficiencia del componente C8. 
ü  Deficiencia del componente C9.

Deficiencia del componente C1:

La estrecha asociación entre deficiencias del sistema de complemento y Lupus Eritematoso Sistémico (LES) y la severidad de la misma tiene una correlación inversa con la posición de la proteína deficitaria en la secuencia de activación de la vía clásica. Así, la deficiencia homozigotica de C1q, C1r y C1s, y C4 están fuertemente asociadas a LES, con prevalencias de 93 %, 57% (ya que las deficiencias de C1r y C1s son usualmente heredadas juntas), y 75 percent respectivamente; en cambio la prevalencia en personas con deficiencias de C2 es alrededor del 10%.
En el caso de deficiencia de C3, el cuadro clínico es diferente, caracterizándose por infecciones piogénicas recurrentes, glomerulonefritis membranoproliferativa y rashes.
El Sistema de Complemento tiene acciones inflamatorias y antiinflamatorias (10), y probablemente cuando esta última falla contribuiría a desencadenar LES.

Deficiencia del componente C2:

Aproximadamente el 50 % de los pacientes con esta deficiencia son asintomáticos. No obstante, se ha descrito la asociación con enfermedades autoinmunes como el LES que aparece en más del 50% de estos enfermos; o infecciones piógenas recurrentes, particularmente debido a bacterias encapsuladas como: Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo B y Neisseria meningitidis . La infección es el modo más común de presentación de esta enfermedad en niños. Esta deficiencia se asocia también con artritis, ateroesclerosis e infecciones en el tracto respiratorio, y la meningitis es la complicación más severa de la enfermedad.

Deficiencia del componente C4:

El C4 es un componente no enzimático del sistema del complemento que participa en el paso inicial de activación de la vía clásica y su expresión está determinada por 2 pares de alotipos: C4A y C4B.
La deficiencia de C4 ha sido asociada con LES y glomerulonefritis, además de infecciones por Mycobacterium leprae. Otras enfermedades asociadas con esta deficiencia son: esclerosis sistémica, hiperplasia suprarrenal congénita con genotipo DR5, diabetes mellitus tipo I y tiroiditis. 


Referencias bibliográficas:

1.- Yanelkys C. Vianed M. Rinaldo V. Consuelo M. Deficiencias de los componentes de las vías de activación clásica y alternativa del sistema del complemento. Ciudad de La Habana, Cuba. Instituto de Hematología e Inmunología. 2006.


2.- Pedro L. Importancia del Sistema de Complemento. Trujillo, Perú. Universidad César Vallejo.2007.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Células dendríticas y procesamiento de antígeno

Las células dendríticas (CDs) son leucocitos que juegan un importante papel tanto en la inmunidad innata como en la adaptativa, siendo las células presentadoras de antígeno más potentes que existen y con la capacidad única de activar linfocitos T colaboradores que no han tenido contacto antigénico previo. No sólo son importantes en la regulación de respuestas inmunógenas efectivas, sino también en la inducción de fenómenos de tolerancia inmunológica, necesarios para evitar la aparición de procesos autoinmunes. 

Tras la captación y procesamiento de los antígenos, las CDs se dirigen principalmente a los órganos linfoides, donde se produce la presentación de antígenos a los linfocitos T, proceso en el cual no sólo es necesaria la interacción del MHC-II con el receptor de linfocitos T sino también la interacción de otras moléculas accesorias como las moléculas coestimuladoras y las moléculas de adhesión. 

Las CDs son células de una gran plasticidad funcional y que van a caracterizarse por su diferente localización en el organismo, su estado de madurez y su origen. En este último aspecto, cabe destacar las importantes diferencias funcionales entre las células dendríticas foliculares (CDF) de origen estromal y las clásicas CDs de origen hematopoyético, que van a derivar a su vez de progenitores mieloides o linfoides y que van a clasificarse de manera distinta según la especie estudiada.

FUNCION DE LAS CÉLULAS DENDRÍTICAS

Células presentadoras de antígenos (CPAs)
Las CDs son células especializadas del sistema inmune conocidas principalmente por su papel como CPAs a los linfocitos T, lo que permite el establecimiento de una respuesta inmune apropiada. Pero no son las CDs las únicas que desempeñan esta función presentadora de antígenos, ni tampoco esta presentación es realizada a un solo tipo de linfocito T. Para que tenga lugar este proceso de presentación, es necesaria la presencia de una molécula denominada complejo mayor de histocompatibilidad (CMH). 

En humanos, el CMH es denominado “sistema HLA” (Human leukocyte antigen), ya que estas proteínas se descubrieron como antígenos presentes en los leucocitos. Los receptores de linfocitos T (TCR - T cell receptor) son incapaces de reconocer antígenos intactos (como hacen los linfocitos B), por lo que necesitan que el antígeno sea procesado por una CPA y que ésta lo presente en su superfi cie como fragmentos unidos al CMH. Existen 2 tipos de moléculas CMH, denominadas CMH tipo I y tipo II. 

La primera se expresa en la mayoría de células nucleadas, que van a presentar antígenos intracelulares a los linfocitos T citotóxicos (CTL o CD8+), como es el caso de las nuevas proteínas sintetizadas en las células infectadas por virus. Una vez activados, los linfocitos T citotóxicos pueden destruir directamente la célula diana. Las moléculas CMH tipo II, sin embargo, se localizan principalmente en linfocitos B, macrófagos y células dendríticas, que son responsables de la presentación a linfocitos T colaboradores (Th o CD4+) de antígenos extracelulares que han sido captados por la CPA mediante fagocitosis o por endocitosis mediada por receptores. Estos linfocitos T CD4, al activarse se transforman en potentes reguladores de la respuesta inmune [13]. Las CDs presentan una particularidad ausente en los macrófagos denominada “presentación cruzada” mediante la cual, antígenos no replicativos, normalmente procesados por la vía exógena y presentados en el contexto de moléculas CMH-II, son presentados por moléculas CMH-I con la consiguiente inducción de respuestas de linfocitos T CD8+.

La mayoría de células nucleadas del organismo pueden actuar como CPA por su capacidad de presentar antígenos a linfocitos T CD8+ por medio de las moléculas CMH-I; sin embargo, este término es a menudo utilizado para referirse únicamente a las células capaces de presentar antígenos a los linfocitos T CD4, es decir, las que expresan CMH-II. Existen células que en determinadas ocasiones pueden activarse y expresar CMH-II, como es el caso de algunas células epiteliales (endotelio vascular, epiteliales del timo), siendo por tanto consideradas como “CPA no profesionales”. Por otro lado, las CPA que expresan CMH-II mejor definidas son las CDs, los fagocitos mononucleares y los linfocitos B, también denominadas “CPA profesionales”, siendo su capacidad fagocítica y procesadora de antígenos muy superior a la de cualquier otro tipo celular.

Dentro de estas últimas, los macrófagos y linfocitos B presentan antígenos a linfocitos T colaboradores activos, es decir, linfocitos que han tenido un contacto previo con el antígeno. Las CDs en cambio, además de presentar antígenos a linfocitos T colaboradores activos, tienen la habilidad única de inducir respuestas inmunes primarias mediante la activación de linfocitos T vírgenes. Las CDs expresan además una cantidad de complejos CMH-II-péptido muy superior a la expresada por linfocitos B o monocitos, siendo las CPAs más potentes de todo el sistema inmune.

Circulación de las CDs e interacción con los linfocitos T
Las CDs tienen su origen en la médula ósea, donde las células madre se diferencian y migran como precursores de CDs hacia la sangre. Desde allí, las CDs inmaduras buscan los tejidos en los que actúan como células centinela, vigilando la posible entrada de patógenos invasores, a los cuales capturan, procesándolos en fragmentos antigénicos.

Una vez que se ha capturado el patógeno, la DC inmadura recibe señales de activación, que inician su maduración y migración a los órganos linfoides secundarios donde presentan los antígenos procesados a los linfocitos T vírgenes para la inducción de una respuesta inmune específica frente a esos antígenos. La maduración y la migración de las CDs están minuciosamente dirigidas por diversas quimiocinas y moléculas de adhesión. Una vez en las áreas T de los nódulos linfáticos, las quimiocinas atraen a los linfocitos T vírgenes hacia las CDs, permitiendo que se establezca la interacción entre la CD y el linfocito T.

En esta interacción o sinapsis inmunológica intervienen diversas moléculas: En primer lugar, se establece la “señal 1” resultado de la interacción entre la molécula CMH-II de la CD, cargada con el antígeno, y el receptor del linfocito T. Las CDs expresan además distintas moléculas coestimuladoras que incluyen miembros de la familia B7 como CD80 (B7-1) y CD86 (B7-2), que pueden interactuar con CD28 y CD152 (CTLA4) presentes en el linfocito T , así como miembros de la familia TNF, como es el caso de CD40, cuyo ligando en el linfocito T es CD154.

Esta segunda señal (“señal 2”) generada por las moléculas coestimuladoras, presentes también en otras CPA, es necesaria para la correcta activación de los linfocitos T. Dicho de otro modo, la señal 2 debe acompañar a la señal 1 para que se produzca inmunidad, ya que la señal 1 en ausencia de coestimulación se asocia con la inducción de tolerancia. Hay que matizar que esta segunda señal inmunógena es resultado de la interacción con CD28 en el linfocito T, ya que si se produce con CTLA4, tendrá lugar una inactivación del linfocito, es decir, una respuesta tolerogénica. Existen además interacciones en las que intervienen moléculas de adhesión intercelular, que proporcionan estabilidad a la unión, como es el caso de CD58 (LFA-3) y CD54 (ICAM-I) presentes en la CD, cuyos correceptores en el linfocito T son LFA-2 y LFA-1 respectivamente.

Se han identificado nuevas moléculas de la superficie celular de las CDs que pueden contribuir en su función, como es el caso de las lectinas de tipo C, que regulan muchas funciones implicadas en el establecimiento de la inmunidad innata y adaptativa. Algunas de estas moléculas pueden no solo reconocer patógenos sino también regular la interacción celular con los linfocitos T, como es el caso de CD209


Principales moléculas participantes en la interacción entre Células dendríticas y linfocitos T. CD (grupo de diferenciación), CTLA-4 (Antígeno de linfocito T citotóxico- 4), LFA (Antígeno asociado a la función linfocítica), ICAM (Molécula de adhesión intercelular). DC-SIGN (Molécula de adhesión intercelular no asociada a integrina, específi ca de células dendríticas).

Referencias Bibliográficas

1.-Banchereau,F. Bazan,D. Blanchard,F. Brière,J.P. Galizzi,C. van Kooten
The CD40 antigen and its ligand
Annu Rev Immunol, 12 (1994), pp. 881-922

2.-F.F. Fagnoni,M. Takamizawa,W.R. Godfrey,A. Rivas,M. Azuma,K. Okumura
Role of B70/B7-2 in CD4+ T-cell immune responses induced by dendritic cells
Immunology, 85 (1995), pp. 467-474

3.-M. Takamizawa,A. Rivas,F. Fagnoni,C. Benike,J. Kosek,H. Hyakawa
Dendritic cells that process and present nominal antigens to naive T lymphocytes are derived from CD2+ precursors
J Immunol, 158 (1997), pp. 2134-2142

4.-A.D. McLellan,G.C. Starling,L.A. Williams,B.D. Hock,D.N. Hart
Activation of human peripheral blood dendritic cells induces the CD86 co-stimulatory molecule
Eur J Immunol, 25 (1995), pp. 2064-2068

5.-K. van Nierop,C. de Groot
Human follicular dendritic cells: function, origin and development
Semin Immunol, 14 (2002), pp. 251-257


viernes, 28 de octubre de 2016

¿Qué debes saber de los "Granulocitos"?

Los granulocitos se les conocen con este nombre al conjunto de células que presentan un gran número de gránulos en su citoplasma así como, diferentes formas y comportamientos con los colorantes histológicos. 

Los granulocitos se encuentran en la sangre y pasan a los tejidos solamente cuando son atraídos por la activación de macrófagos o del complemento y posterior liberación de agentes quimiotácticos. Este fenómeno, se conoce como diapédesis.

Los granulocitos  representan un tipo de células fagocitaria distinto de los fagocitos mononucleares. Sin embargo, parece ser que ambas clases de células proceden de precursores comunes de la medula ósea, que se subdiferencian en mieloblastos y monoblastos.

El mieloblasto, a su vez, puede dar origen a promielocitos: neutrófilos, eosinofilos y basófilos.
Pero cada uno tiene sus propias funciones específicas.

Así los neutrófilos tienen como función más importante la respuesta rápida a la invasión de un agente extraño, sea una bacteria, un virus, hongos, parásitos, células en destrucción o partículas en suspensión. Esta función la realizan mediante la fagocitosis.

Los eosinófilos funcionan como mediadores de la inflamación en procesos alérgicos como el asma. Lo hace mediante una acción proteolítica en los lugares donde desgranulan a la que se le llama desgranulación.

Los basófilos participan activamente en reacciones alérgicas, pero en reacciones alérgicas mediadas por inmunoglobulinas E (IgE), por neuropéptidos y por el factor liberador de la histamina.

Los mastocitos o células sebáceas no derivan de los basófilos sino que se encuentran en los tejidos y son parecidos a los basófilos ya que tienen receptores de inmunoglobulina E y sus gránulos contienen heparina e histamina por lo cual intervienen en reacciones alérgicas y en reacciones inflamatorias.

El aspecto filogenico avanzado de los granulocitos, son células fagocitarias más especializadas que los macrófagos, y su importancia relativa en los mecanismos de defensa inmunológica parece aumentar con el ascendiente filogenico.



Referencias bibliograficas:
 1.-J.Sanchez.Inmunologia Básica. 2°Edición.2004