domingo, 20 de noviembre de 2016

Linfocitos B y anticuerpos

Los linfocitos son las únicas células del organismo capaces de reconocer y distinguir específicamente diferentes antigénicos y, por tanto, son responsables de las dos características que definen la repuesta inmunitaria adaptativa específica y una memoria inmunológica. Los linfocitos están formados por distintos subtipos que difieren en sus funciones y productos proteicos, aunque morfológicamente son indistinguibles, en este tema nos enfocaremos en los linfocitos B los cuales son las células que se encargan de sintetizar los anticuerpos.
Existen 2 vías de activación de los linfocitos B, la primera es la activación mediada por los linfocitos T cooperadores o también conocida como T-dependientes y la segunda mediada por la activación inducida por antígenos o T-independientes.

 Activación de los linfocitos B inducida por antígenos
La activación de los linfocitos B específicos de un antígeno se inicia con la unión del antígeno a moléculas de una inmunoglobulina (IgM o IgD) de membrana. Los antígenos que entran en los órganos linfáticos por vía sanguínea o vía linfática son detectados por los linfocitos B específicos y se unen a sus receptores antigénicos (BCR), este receptor emite señales de activación a los propios linfocitos B cuando se entrecruzan dos o más moléculas de receptor por antígenos multivalentes, estas señales mediadas por las Ig se traducen gracias a otras dos moléculas, Igα e Igβ, que están unidas entre sí gracias a los enlaces disulfuro y que son necesarias para la expresión de las Ig formando el complejo del receptor de los linfocitos B (BCR).

Los dominios citoplasmáticos de las Igα e Igβ contienen motivos de activación del inmunorreceptor basados en tirosinas, o ITAM, este entrecruzamiento provoca la fosforilación de la tirosina de los ITAM, provocando el anclaje de SyK y los fenómenos de fosforilación de tirosina posteriores. Tras esto, se desencadenan varias cascadas de señales que provocan la activación de factores de transcripción que inducen la expresión de genes cuyos productos son necesarios para la activación funcional de los linfocitos B, dentro de estos factores se encuentran los Fos, JunB y el factor nuclear Kb (NF-Kb).


Pero además de estas señales, se necesitan otras señales coestimuladoras las cuales serán proporcionadas por los receptores del complemento. La activación del complemento provoca la escisión proteolítica de las proteínas del sistema como lo es la C3 originando una molécula llamada C3b que puede degradarse aún más en un fragmento de nominado C3d que pertenece fijado en la superficie microbiana. Los linfocitos B expresan un complejo formado por el receptor para C3d conocido como receptor de complemento tipo 2 o (CR2 o CD21) y las proteínas de membrana CD19 y CD81 también denominadas (TAPA-1). Los antígenos microbianos que se han unido al fragmento C3d del complemento pueden acoplarse simultáneamente a la molecula de CR2 y la Ig de membrana presentes en la superficie de los linfocitos B. esto inicia una seri de cascadas de señales a partir del complejo de BCR y el complejo de CR2, lo cual amplifica la respuesta inmunitaria humoral debido a que los anticuerpos son capaces de activar el complemento y provocar una activación más potente a los linfocitos B al igual que el sistema de complemento amplifica la síntesis de anticuerpos no solo por la activación mediada por CR2, sino también al favorecer la presentación de antígenos en los centros germinales.

Activación de los linfocitos B mediada por los linfocitos T cooperadores.

Los linfocitos B presentan péptidos procesados que derivan de los antígenos proteicos endocitados y expresan las moléculas coestimuladoras B7-1 y B7-2. Los linfocitos T cooperadores reconocen el antígeno (en forma de complejos peptídico- CPH) y los coestimuladores y son estimulados a expresar el ligando de CD40 (CD40L) y a secretar citocinas. El ligando de CD40 se une al CD40L presente en los linfocitos T e inicia su proliferación y diferenciación. Las citocinas se fijan a sus receptores presentes en los linfocitos B y también estimulan su respuesta.
 
Referencia bibliografica:
 1.-Abul. K. Abbas, Andrew H. Lichtman, (2004). "Inmunologia Celular y Molecular" 5° edición. Editorial ELSEVIER. España. 189-203 págs.

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